Cuando vi la película ‘Tomates verdes fritos’ ya no recuerdo
hace cuantos años, me llamo mucho la atención ver que freían los tomates verdes
y es una de las recetas que siempre he querido probar. Así que cuando hace poco
tuve unos pocos en casa no perdí la oportunidad y me puse a buscar por Internet
la receta. Después de ver muchísimas recetas (una que me gusto bastante
fue la de My Recipes), he hecho una versión a mi manera y espero que os guste
el resultado.
Los tomates verdes fritos son perfectos como aperitivo, se pueden acompañar con la salsa que se quiera,
aunque yo los prefiero solos.
Ingredientes:
- 3-4 tomates verdes de tamaño medio.
- ¾ vaso buttermilk (en la receta explico como hacerlo).
- 1 huevo.
- Harina.
- Pan rallado.
- Pimienta negra molida.
- Sal.
Preparación:
Cortar los tomates en rodajas de medio centímetro de
espesor. Y colocar sobre papel de cocina.
Para hacer el buttermilk mezclar ¾ de vaso de leche y 1
cucharada de zumo de limón. Dejar reposar 10 minutos. Pasado este tiempo batir
el huevo y mezclar con el buttermilk.
Salpimentar las rodajas de tomate. Pasar por la harina, la mezcla de huevo y buttermilk y el pan
rallado. Freír en aceite muy caliente; no poner mucho aceite porque
los tomates no tienen que flotar. Al sacar de la sartén poner las rodajas sobre papel de
cocina para que absorba el exceso de aceite.
Servir calientes. Aunque fríos también están buenísimos.
Y para despedirme os dejo la sinopsis de la película ‘Tomates
verdes fritos’ basada en el libro del mismo nombre de Fannie Flagg que os recomiendo ver.
La existencia de Elevyn Couch, una mujer de mediana edad, ha
degenerado en un ejercicio diario de monotonía y glotonería. Su vida conyugal
transcurre entre la apatía y el aburrimiento. Por si esto no fuera suficiente,
una tía de su marido, residente en un asilo de Birminghan, le recibe de manera
poco amistosa. Le arroja todo tipo de objetos cuando Evelyn le visita.
La vida de esta mujer no es nada fácil; es más bien una batalla campal. Su único refugio son las historias edificantes de Ninny Threadgoode, una singular octogenaria que la embelesa con acontecimientos de su ciudad natal, Whistle Stop en Alabama. Estas historias que Ninny ofrece a Evelyn, desatan en ésta una fuerte crisis. Rompe con moldes anteriores, busca trabajo y reclama el respeto de su marido aunque la forma de hacerlo no sea más convencional.
A través de la facilidad narrativa sureña de Ninny, enlazando juntas vidas dispares y tiempos queridos, Evelyn se encuentra a sí misma y descubre en Ninny a una amiga para siempre.
La vida de esta mujer no es nada fácil; es más bien una batalla campal. Su único refugio son las historias edificantes de Ninny Threadgoode, una singular octogenaria que la embelesa con acontecimientos de su ciudad natal, Whistle Stop en Alabama. Estas historias que Ninny ofrece a Evelyn, desatan en ésta una fuerte crisis. Rompe con moldes anteriores, busca trabajo y reclama el respeto de su marido aunque la forma de hacerlo no sea más convencional.
A través de la facilidad narrativa sureña de Ninny, enlazando juntas vidas dispares y tiempos queridos, Evelyn se encuentra a sí misma y descubre en Ninny a una amiga para siempre.
(Fuente: Estamos Rodando)
Estoy enlazando esta receta a la Fiesta de Enlaces 'Recetas Saladas' del blog Personalización de Blogs